jueves, 12 de enero de 2012

Protectora del Dolor: La Rabia

Disparan,
y me cubro en la barricada
que me desconecta de la vida.
Metralleta en mano,
como profeta de la rabia,
protector del dolor,
disparo a matar
escupiendo a todo;
y el corazón en prisión.

¡Orgullo!
Fiel compañero 
que me mantiene en pie.
Falso bastón de hielo
que tan sólo se debe 
a la ausencia de calor.

¡Pobre tristeza!
que no planta cara a la vida.
¡Desgraciada la vida!
que incomprendida y paciente,
grita insistente con sabiduría: 
¡Que no hay otra manera de 
hacer callar a las balas del dolor,
que desencadenando al corazón! 



Jonbi.2011.Can Queixal